El 2020 ha sido un año complicado que nos ha hecho agudizar creatividad e ingenio. A pesar de los desafíos que hemos sorteado, la tercera edición del Congreso Cannabmed constituye ya una realidad. Esta vez en modalidad online, hemos logrado diseñar y ofreceros un programa de máxima calidad que dará cobertura a un amplio abanico de cuestiones relacionadas con la situación del cannabis en nuestra sociedad, proporcionando espacio a una nutrida diversidad de voces y perspectivas.
Una de las lecciones que hemos aprendido en los últimos meses es que los grupos vulnerables de nuestra sociedad han sufrido una pérdida de derechos que los han dejado, si cabe, más desprotegidos. Así ha ocurrido con las personas que usan cannabis por motivos de salud, amén de sus familiares y cuidadores. Las dificultades de acceso a esta medicina se han incrementado, así como los riesgos legales y de salud asociados a su acceso. Lo mismo ha sucedido en el ámbito de las asociaciones de personas consumidoras de cannabis y en el de la reducción de riesgos y daños. Esta situación se ha visibilizado a través de múltiples campañas y propuestas diseñadas desde la sociedad civil y las federaciones de asociaciones de personas usuarias. Sin embargo, estas peticiones no han recibido respuesta por parte de ningún gobierno ni de ningún nivel de la Administración.
Una trayectoria fructífera
El recorrido de CANNABMED empezó en 2016, con una primera edición que pretendía poner a las personas que usan cannabis por motivos de salud y a sus familias en el centro del debate. A raíz de este primer encuentro, se generó una gran complicidad y un acompañamiento entre un grupo de pacientes y familiares que comenzaron a reunirse e impulsaron la creación de la Unión de Pacientes por la Regulación del Cannabis (UPRC). La UPCR e ICEERS co-organizamos la segunda edición de CANNABMED en 2018 en el Colegio de Médicos de Barcelona (COMB), y co-organizamos también esta tercera edición, que nos reunirá en el Colegio de Farmacéuticos de esta misma ciudad. Ambos eventos han sido reconocidos por el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya como formación homologada.
Tras la segunda edición de CANNABMED, realizada en el COMB, surgió un grupo de médicos que decidieron dar un paso más. Gracias a su implicación, logramos emprender un proceso de reflexión y propuestas que desembocó, a inicios de 2020, en la creación de la Sociedad Clínica de Endocannabinología (SCE). Tendremos el placer de escuchar a diversos representantes de la SCE a lo largo de los dos días de esta edición de CANNABMED.
Desde ICEERS, vemos esta tercera edición de CANNABMED como una etapa más de consolidación de un proceso lento pero necesario. Un proceso que hemos caminado con muchas otras personas y organizaciones, y que ha encontrado múltiples y severas dificultades en el camino.
En los últimos años, hemos sido testigos de un contexto de múltiples contradicciones, en el que conviven sentencias judiciales muy duras hacia representantes del mundo asociativo con, por ejemplo, concesiones de licencias a empresas para cultivar y exportar cannabis a otros países en los que existen programas de cannabis medicinal, así como todo tipo de dificultades administrativas hacia quienes buscan emprender en el sector del cáñamo. Por otro lado, en las farmacias existen cada vez más productos disponibles a base de cannabinoides, al tiempo que en los dos últimos años han fallecido una decena de personas a causa de la violencia relacionada con los mercados ilícitos de cannabis. Una serie de contradicciones a las que consideramos urgente poner fin.
El imparable avance de la legalización
El cannabis medicinal constituye una realidad legislativa en más de 40 países. El mercado para uso recreativo es legal en Canadá, Uruguay y en un número creciente de estados en Estados Unidos. La tendencia global apunta en esta dirección, y en el caso español (y catalán) estamos dejando escapar un sinfín de conocimientos, experiencia y oportunidades que podrían resultar muy provechosos en nuestro contexto socioeconómico si el mercado de cannabis dispusiera de una vía legal. Tenemos todas las condiciones de partida para ejercer como potencia en esta materia: historia, climatología, personas expertas en cultivo, conocimiento, innovación, una sociedad civil organizada y un sector comercial pionero y preparado. En este contexto, lo necesario es una clara voluntad política de iniciar un proceso de regulación, que cubra todos los aspectos del mercado de cannabis, con la vista puesta tanto en las personas que realizan un uso terapéutico como en quienes efectúan un uso adulto recreativo.
Precisamente hace unos días, el gobierno español ha declarado que para poder regular el cannabis medicinal es necesario primero realizar ensayos clínicos. Es una respuesta que implica que no tiene ninguna voluntad de regular el cannabis medicinal. Los ensayos clínicos implican investigar un producto para una indicación, es decir, invertir en el desarrollo de medicamentos, como es el caso de Sativex para la esclerosis múltiple. El desarrollo de un medicamento cuesta hoy en día más de dos mil millones de euros (sí, han leído bien) y puede prolongarse un período mínimo de diez años. Suponiendo que se permitiera saltar las fases preclínicas y la fase 1 —esto es, la investigación en animales y los estudios de seguridad en voluntarios sanos—, investigar cada cannabinoide o cada combinación de algunos de ellos para cada una de las enfermedades para las que es susceptible de ser útil el cannabis sería una tarea hercúlea, que duraría centenares de años y requeriría inversiones imposibles sólo al alcance de las grandes farmacéuticas.
Pero, mientras tanto, los y las pacientes seguirán recurriendo al autoabastecimiento. Por otra parte, a día de hoy es dudoso que los ensayos clínicos constituyan la estrategia más fiable para determinar la seguridad y la eficacia de un producto, sobre todo cuando este producto ya está en la calle. Actualmente, hay millones de pacientes utilizando cannabis legal en decenas de países. Una estrategia más inteligente sería iniciar un programa con un monitoreo estrecho de los pacientes a los que se les prescribe cannabis, y mediante tecnología de Big Data obtener evidencias de seguridad y eficacia. Es lo que se llama «evidencia basada en el mundo real». Estamos hablando de un producto que la gente ya está utilizando, cuya baja toxicidad se conoce perfectamente, por lo que obteniendo la evidencia de la realidad y no del laboratorio se avanzaría mucho en poco tiempo y con infinitamente menos dinero del que requieren los ensayos clínicos. Esto sería accesible para grupos de investigación públicos e independientes, y no regidos por los intereses económicos de la industria farmacéutica. En esta recogida de evidencia de la realidad, el colectivo de farmacéuticos jugaría un rol clave. Hoy en día, además, con el desarrollo tecnológico, la evidencia se puede obtener incluso de manera telemática con dispositivos móviles y portátiles. Mientras, la empresa que quiera desarrollar medicamentos realizando los ensayos clínicos pertinentes podrá seguir haciéndolo. Pero son vías que deben ser complementarias, nunca excluyentes.
Una edición singular
Llegados a este punto, por favor, tomen asiento y disfruten de esta tercera y singular edición de CANNABMED. En ella, avanzaremos hacia una farmacopea cannábica, implicando a algunas de las voces más reconocidas en el campo de la ciencia, la medicina y la farmacia. Representantes de instituciones públicas nos brindarán su perspectiva y tendrán la oportunidad de debatir con profesionales que se encuentran en la primera línea de la medicina cannábica. Actualidad, innovación, dosificación y autoconsumo son los títulos de los estimulantes debates que hemos preparado para el primer día. Para la segunda jornada y, en un formato más comprimido, reuniremos un crisol de miradas que nos permitirán mostrar la situación actual del cannabis en el incierto contexto de la COVID-19. Asimismo, trataremos las derivas del mercado comercial y debatiremos con los representantes políticos que actualmente impulsan la agenda de regulación en el Congreso de los Diputados.
Por último, nos gustaría agradecer el apoyo de las entidades que han hecho posible este III CANNABMED: Aurora, Fundación CANNA y Phytoplant Research, así como a nuestros socios promocionales.
Deseamos que el III CANNABMED sea de vuestro interés y que disfrutéis mucho del intercambio de conocimientos, inquietudes y propuestas. Os invitamos a formar parte de un movimiento que empieza en nuestros barrios y que llega hasta los pasillos del Congreso y de las mismas Naciones Unidas.
Seguimos trabajando hacia una farmacopea cannábica.
A continuación, algunos enlaces de interés sobre temas referidos en el texto:
Stop represión, Play a la regulación del Cannabis en España
5 años de mordazas. ¡Basta!: por una nueva legislación que garantice los derechos humanos
Comunicado: declaración del estado de alarma por la pandemia de COVID-19
UPC Diàlegs: I Jornada de Cannabis de Catalunya
Evita que un activista cannábico entre en prisión. Apoya su solicitud de indulto.
Martí Cànaves: «El suministro de cannabis es un servicio esencial durante la alarma»
Un club cannábico pide ser reconocido servicio esencial como un estanco
Documental Marihuana, primero las personas: pasado, presente y futuro del cannabis en España
Licencias para cultivar cannabis en España y la burbuja especulativa internacional